El ser humano cada vez se hace más consciente del cuidado de su salud y del cuidado del medio ambiente, por lo que no es coincidencia que cada vez haya una mayor oferta de productos orgánicos, biodegradables, amigables con el ambiente, libres de crueldad animal y sobre todo sin parabenos.
¿Parabenos? Mucho hemos escuchado de esto pero muy pocos tiene idea de qué hablan.
Pues bien, los parabenos son las sustancias químicas que se utilizan como conservantes en muchos productos de cosmética y del cuidado personal.
Hay varios tipos, pero todos tienen un propósito en común, frenar la aparición de bacterias y alargar la vida útil de estos productos.
Están presentes en el maquillaje, las cremas, los productos para el cabello, los geles, las ceras y hasta en las cremas de afeitar.
Los podemos identificar perfectamente en la etiqueta por sus nombres, generalmente en inglés: methylparaben, propylparaben, butylparaben o benzylparaben.
Todo iba bien con los parabenos hasta que se descubrió en un estudio en 2004, publicado por el Journal of Applied Toxicology que se habían detectado parabenos en ciertos tumores mamarios.
Por otro lado, la Cosmetic Ingredient Review aseguró en otro análisis que el uso de los parabenos en cosméticos no causa ningún riesgo, siempre y cuando su concentración en los productos no supere una porción del 25 por ciento.
Pero a pesar de esto, muchas marcas han dejado de usar estos químico en sus productos, y el principal motivo es que además de que se le han relacionado con tumores como el de mama también con el del sistema reproductor masculino por la presencia de estrógenos en estas sustancias.
Pero además de esto, también se ha comprobado que algunos de sus efectos secundarios son irritación y enrojecimiento de la piel o dermatitis.
Entre las investigaciones también destaca que pueden actuar como perturbadores endocrinos, lo que obstaculizan la acción de las hormonas humanas y puede causar un desequilibrio en el sistema hormonal al punto de provocar cáncer de mama en las mujeres o problemas de fertilidad en los hombres.
Otra de las consecuencias es estas sustancias reaccionan a las radiaciones de UVB lo que aumenta la producción de radicales libres, lo que a su vez provoca envejecimiento prematuro y un deterioro del ADN. Lo que deriva que el daño de estos tejidos puede llegar a convertirse en cáncer.
AG