WWW.CAPITALQUERETARO.COM.MX
Los accidentes en el hogar llegan a ser más frecuentes, donde las quemaduras, heridas, intoxicaciones y ahogamiento son los más comunes entre los menores de 10 años edad, mismos que pueden evitarse con medidas preventivas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los percances son la causa más común de muerte en niños y adolescentes en todo el mundo, ocasionando más de 875 mil descesos al año en menores de 18 años de edad.
En tanto, decenas de millones más requieren cuidados hospitalarios por lesiones no fatales, y muchos de ellos quedan con secuelas permanentes que repercuten en la pérdida de productividad social en la etapa adulta, y un incremento en el costo de vida familiar.
La Secretaría de Salud menciona que los accidentes son el resultado de un conjunto de factores que confluyen en una situación de riesgo como desinformación y negligencia y son considerados un problema de salud pública susceptible de prevención.
Ante ello, México diseñó un programa que contribuye a disminuir la morbilidad por accidentes en el hogar en ese grupo poblacional, a través de estrategias intersectoriales encaminadas a la promoción prevención y educación de la población lideradas por el Sistema Nacional de Salud.
Los accidentes en el hogar son aquellos acontecimientos inesperados que ocurren dentro de la vivienda o en los alrededores como patios, cochera, garaje y azoteas, y constituyen la tercera parte del total de las eventualidades que ocasionan lesiones y muertes, según la OMS.
Como resultado de ello, los sectores más afectados son los niños, mujeres y ancianos, donde las caídas son las causas de heridas más comunes, así como las quemaduras, principalmente en menores de cuatro años de edad.
Ante ello, la Secretaría de Salud recomienda implementar una estrategia de prevención a fin de disminuir las lesiones por incidentes en la vivienda, a través de mensajes preventivos dirigidos a toda la población, en especial a padres de familia, y la información al cuidador del menor así como la capacitación al personal de salud.
La Subsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud y el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia, de la Secretaría de Salud, destacan que evitar accidentes se describe en tres tipos:
Primaro, cuando la medida evita la lesión, segundaria, cuando disminuye la gravedad de la lesión y terciaria, cuando se reducen las consecuencias una vez que ese ha sufrido la lesión.
Además, el costo de los accidentes es elevado, por la magnitud del problema, afecta a todo el sistema social y repercute en su propia organización y proyección a futuro.
El tratamiento de los lesionados también representa un gasto económico importante e incluye días de hospitalización, uso de servicios de salud, atención de las lesiones y secuelas e invalidez permanente.
Se ha demostrado, destaca la dependencia, que la consejería en prevención de accidentes por los pediatras puede ahorrar mucho dinero, por lo que surgen la necesidad de colaborar con las políticas de salud públicas que actualmente existen en México.
Entre las medidas que se han implementado destacan el diseño de guías anticipadas para la prevención de lesiones en niños menores de un año, de 1 a 4 años y de 5 a 9 años edad, las cuales fueron distribuidas en todo el país y de carteles con mensajes preventivos.