Un connacional que trabaja en Estados Unidos (EU) manda sólo 10 por ciento de su sueldo a México en forma de remesas, cantidad que representa hasta 60 por ciento de los ingresos de aquellos hogares en el país donde los reciben, indicaron las investigadoras Genoveva Roldán y Ana Melisa Pardo.
Las académicas del Instituto de Investigaciones Económicas y del Instituto de Geografía de la Universidad Autónoma de México (UNAM), respectivamente, presentaron un estudio sobre el impacto de las remesas en el ingreso de las familias mexicanas.
De acuerdo con Gilbert F. Houngbo, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la cuestión no es tanto el dinero que se envía, sino el efecto que tienen los fondos en la vida de las personas y las comunidades donde viven.
Con base en esta cita, Roldán indicó que la cantidad promedio por remesa que envían los mexicanos de EU a México es de 200 a 300 dólares al mes, es decir de 4 mil a 6 mil pesos, esto representa hasta 60 por ciento de los ingresos de los 1.7 millones de hogares que reciben estos fondos.
La académica precisó que 65 por ciento de las remesas se cobran en tiendas departamentales y puntos de pago, y sólo 35 por ciento en bancos. Asimismo, indicó que la mayoría de las familias receptoras se encuentran en estados con alta exclusión financiera, como Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Puebla.
El ingreso en la mayoría de los hogares que reciben remesas está por encima de los cuatro salarios mínimos mensuales, esto con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto en los Hogares, 2016 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Cada mes, se registra un promedio de 7 a 8 millones de operaciones de envío, como pagos por money orders, transferencias electrónicas, cheques personales y envíos de efectivo o apoyos en especie, lo cual implica que algunos de estos hogares reciben varios envíos al mes.
Roldán destacó que, si bien esto tiene una enorme importancia para sus familiares y las comunidades que habitan, no resuelve el desarrollo de sus localidades.
Añadió que más de 95 por ciento de las remesas que llegan a nuestro país proceden de EU, y por lo menos la mitad de ellas vienen de California y Texas.
Más de 90 por ciento de estos pagos se utilizan para adquirir alimentos, costear gastos en educación, atender emergencias de salud, vestido, pagar deudas y, en algunos casos, reparación y construcción de vivienda y, en los menos, para algún negocio familiar.
No todo llega
De acuerdo con Roldán, los costos de envío de remesas en el mundo son de siete por ciento en promedio. En México el costo de la transferencia equivale a cinco por ciento, una cifra aún alta, si se compara con la meta del Banco Mundial de tres por ciento.
“En los primeros cinco años de esta década se pagaron entre cinco mil y ocho mil millones de dólares en tarifas a los servicios de transferencia de esos recursos”, indicó.