Uno de los participantes en la famosa “chiva” que formaba parte de los festejos por los XV años de Rubí perdió la vida al caer del caballo que montaba.
El hombre fue arrollado por su propio caballo de nombre Oso Dormido.
La competencia, que se realizó en Laguna Seca, siguió tras la misa. Todo estaba dispuesto para ser un colorido festejo multitudinario.
La policía trataba, sin mucho éxito, de ordenar a los presentes previo a la carrera, pues no había vallas o seguridad adecuada.
Policía Estatal y Cruz Roja atendieron al jinete, sin embargo, nada se pudo hacer por él, según reporta el diario Hora Cero.